Seguimos descubriendo la potencia de la Reserva de la Biosfera Macizo de Anaga
Enrique Bermúdez, gerente del Mercadillo de Tegueste, nos relata su experiencia, visión y sensaciones de su reciente visita a la zona de la RBMA:
El Mercadillo de Tegueste se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga. Se trata de un punto de encuentro social y uno de sus objetivos es dar apoyo a las familias agrarias de esta área geográfica, procurándoles una vía de comercialización directa que contribuya de manera efectiva al mantenimiento de su actividad y, por ende, al de la rica agrodiversidad de este entorno geográfico de excepción.
Actualmente contamos con varios productores/as de esta zona, no obstante, se está incidiendo en una labor de captación, a sabiendas de lo estratégico que resulta el Mercado de Productos Locales de Tegueste para el mantenimiento y proliferación de la actividad agropecuaria y artesanal de este entorno.
Hoy fui hasta Benijos y tuve la oportunidad de conocer la Quesería de Luis y Delia una de las pocas que quedan en la Reserva. Esta visita estaba incluida en el recorrido gastronómico organizado por la Sociedad de Desarrollo de la Corporación santacrucera enclavado en su proyecto Degusta Santa Cruz – Anaga Smart Destination.
El itinerario resultó muy interesante dado que fue guiado por profesionales que transmitieron a la perfección los valores naturales, agronómicos y culturales de los enclaves visitados. Estaba acompañado por un conjunto de estudiantes de gastronomía y turismo provenientes de los centros de formación más relevantes de la isla como son HECANSA y el IES La Candelaria. Estos estudiantes serán futuros prescriptores de lo nuestro, así que mis felicitaciones a la organización por haberles tenido en cuenta y empaparles de tanta esencia local.
Personalmente ha sido un día cargado de emotividad y nostalgia pues cada rincón observado me transmitía mucho esfuerzo y sacrificio, el empeñado y derrochado por tantas generaciones de familias que a lo largo de la historia le han dado identidad a todo ese territorio.
Donde dirigiese la mirada se apreciaba un enorme legado agrícola y ganadero en forma de huella viva como es el esculpido del terruño, manifestado con bancales que llegaban hasta el precipicio, lagares en la toba perfectamente cubicados o en asentamientos poblacionales que tristemente han languidecidos por un éxodo forzado de tantas personas que han tenido que renunciar a su origen en busca de una vida mejor.
Me quedo con el afán de lucha de la familia ganadera por mantener viva su actividad y que tan bien nos agasajó. Son todo un ejemplo de superación ante la adversidad que supone la presión de un entorno tremendamente protegido y que necesita de sensibilidad y apoyo hacia su actividad tradicional que siempre ha convivido de manera armónica con el medio natural.
El queso que elaboran rezuma pura autenticidad. Tanto por la cabaña ganadera empleada que es de raza autóctona, en este caso, de cabra tinerfeña, como por el pasto del que se alimentan dichos animales, en su mayor parte proveniente del paraje donde se crían y desarrollan. Siendo de leche cruda y obtenido por la gran Maestría de Delia que aplica religiosamente la misma técnica de sus antepasados, dando como resultado efluvios evocadores de la tradición más pura de Anaga.
Deseamos que más pronto que tarde este producto artesanal llegue a nuestro Mercado para que nuestros clientes tengan una razón más por la que acudir y con ello se habrá cumplido con el objetivo inicial de esta visita tan fructífera y esperanzadora.
Vaya desde aquí mi gratitud a todos/as cuantos/as han permitido que el Mercado de Producto Local de Tegueste haya estado presente en este recorrido gastronómico.
Enrique Bermúdez Bethencourt