Historia de la trilladora del Mercadillo

El Mercadillo de Tegueste tiene desde casi sus inicios una trilladora, un elemento etnográfico característico de su paisaje, que fue construida en la Península y enviada a Tenerife en la década de 1930.

La máquina, de grandes proporciones (mide aproximadamente 6,10 metros de largo, 2,5 metros de ancho y 3 metros de alto), fue construida en la fábrica Ajuria, en la ciudad de Vitoria, provincia de Álava.

La fábrica Ajuria se fundó en Vitoria en 1911 por los hermanos Urigoitia y Segundo Aranzabal y consiguieron que en el año 1954 fuera considerada la mayor empresa productora de maquinaria agrícola en España (fabricaron guadañadoras, agavilladoras, segadorasatadoras, trilladoras y cosechadoras) con casi mil empleados.

Producían sus propios aceros y poseían energía eléctrica propia con un importante salto en el Ebro. Las factorías estaban en Vitoria y Araya (Álava). Eran muy avanzadas, pero con el tiempo se quedaron obsoletas y sucumbieron, como otras, al avance tecnológico e industria.

Si ahora miramos lo mecanizada que está nuestra agricultura, nos puede parecer que siempre se ha trabajado así, pero hay que remontarse muchos años, siglos, e incluso milenios, para comprender cómo hemos llegado hasta el empleo de esta maquinaria tan moderna.

De la mitad del siglo XVIII a la pasada mitad del siglo XX, se produce una  verdadera revolución en el campo. El aumento de población y la marcha de las gentes de los pueblos a las zonas industriales, exigen del campo una mayor producción. La industria empieza a diseñar y construir un tipo de maquinaria que ayude a conseguir producciones cada vez más grandes.

La utilización de fuentes de energía inanimada por los agricultores europeos del siglo XIX fue un fenómeno limitado, tardío y desigual. En efecto, la única actividad en la que los motores a vapor alcanzaron una implantación verdaderamente importante, excepción hecha de la extracción de agua, fue la trilla de los cereales. La nueva fuente de energía sólo comenzó a ser empleada de manera creciente por los agricultores de Europa occidental, los primeros en hacerlo, a partir de la década de 1850, momento en que algunas empresas de maquinaria agrícola empezaron a fabricar en serie los primeros motores portátiles, o locomóviles, con posibilidad de ser trasladados a los campos y las primeras trilladoras adaptadas a la fuerza de vapor.

La mecanización de la trilla mediante el empleo de fuentes de energía inanimada en España es un fenómeno aún más tardío, pero cuando se intensifica y difunde, a partir de finales de la década de 1920, el proceso es extraordinariamente rápido.

La trilladora que se encuentra en el Mercadillo llegó a Tenerife antes de la Guerra Civil, aproximadamente en el año 1934, después de ser adquirida por un grupo de agricultores de La Laguna entre los que se encontraban D. Ángel Arrou, D. Cristóbal Rodríguez y D. Juan P. Alonso. La trilladora fue vendida, posteriormente, a D. José Ramos.

La trilladora se utilizó en los campos de San Benito, donde funcionó hasta la década de los 60 del siglo XX. Con el tiempo fue abandonada en una piconera de El Tablero, donde estaba prácticamente destruida y casi enterrada.

Gracias a la labor del Centro Ocupacional Valle Colino, a través de un proyecto del Cabildo de Tenerife y el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), la trilladora fue traslada a este centro donde fue restaurada durante unos cuatro años bajo la dirección de los maestros de taller D. Raúl Rodríguez y D. José Barreto. Muchas de las piezas tuvieron que inventarse, ya que los restos rescatados no estaban completos.

El aparato, que los alumnos consiguieron que funcionase, estaba inicialmente destinada a la Finca de los Zamorano, aunque finalmente está expuesta en el Mercadillo del Agricultor y Artesano de la Villa de Tegueste.

La trilladora en sí, es toda una joya del patrimonio isleño y se debe destacar la tarea de los profesores y el esfuerzo y empeño de los jóvenes. Este proyecto de rehabilitación formaba parte de la tarea desarrollada en el taller de cerrajería, donde se contó con 15 jóvenes dirigidos por sus monitores que han llevado a cabo este trabajo, con el que se logró rescatar un elemento típico del patrimonio agrícola isleño tradicional.

El Centro Ocupacional Valle Colino tiene su origen en el Centro Ocupacional La Granja, puesto en marcha por el Cabildo tinerfeño en 1978. El Centro Ocupacional Valle Colino, situado en La Laguna, está dedicado a favorecer la inserción sociolaboral de las personas con discapacidad intelectual mediante la formación y la integración laboral.

Fuente: Extractos de documentos de D. José Ignacio Martínez Ruíz (Universidad de Sevilla) y departamento de prensa del Ayuntamiento de Tegueste.